Si pones en el centro de tu negocio a tu cliente, tu cliente pondrá en centro de sus preferencias a tu farmacia. En lo que te debes centrar es en entregar el mayor valor a tus clientes. Y lo demás viene solo.
La mayoría de las farmacias son marca blanca: se centran en la dispensación y en vender productos. Mientras tu producto te hace igual a la competencia, tu experiencia te hace diferente.
Al final del día, es tu cliente quien hace posible que sigas en el negocio. Por eso, si inviertes tiempo y dinero en mejorar, debes asegurarte que priorizas por el impacto en el cliente.
La publicidad del siglo XXI es el boca a boca. La gente no se cree lo que dice un anuncio, pero sí se creen lo que les dice un familiar o un amigo. Si quieres que tus clientes te recomienden, les tienes que dar motivos.